Este mes de febrero comencé mis publicaciones en las redes sociales con un término que me llamo la atención “#Workaholic” que al buscar su traducción al español en Google y me indica: “Trabajador Obsesivo”. Este tema me dado para escribir varios posts en mis redes, con la claridad para escribirle a mi audiencia, en sus puntos de dolor y personalmente he tomado las publicaciones de febrero para escribirle a mi “Yo Interno” como un proceso de sanación, porque he de confesar que he sido uno más de las estadísticas de los trabajadores activos que parece de esta enfermedad mental.
Desconozco el nivel de mi patología, pero si puedo entender con mi poca lectura que hay una delgada línea entre lo correcto y lo inadecuado en el mundo laboral. Me explico, socialmente nos educan para:
📌Dar lo mejor de uno mismo para producir resultados, te invito a leer: "Claridad de las metas para el logro de resultados"
📌El trabajo dignifica,
📌La satisfacción en alcanzar las metas desafiantes, porque amplia nuestros conocimientos por las experiencias vividas.

Estoy de acuerdo con estas premisas, pero acostumbro cada año en hacer un alto y a mis 46 años de vida, me pongo a observar en cual escalón de la vida me encuentro. Recuerden que he comentado en otras publicaciones que estando en Cuidad de Panamá, apoyaba a un Instituto de formación a un Profesor en sus seminarios de desarrollo personal y el comenta: “La vida es como una escalera, donde nos encontramos en un escalón y tenemos adelante en niveles mas alto al nuestro a personas que han llegado mas lejos que nosotros, por lo que nos enseña a tener humildad y a tener ambición para llegar igual que ellos. Al mismo tiempo debemos voltearnos y ver a quienes están detrás de nosotros para ser agradecidos por lo que hemos recorrido y tener bondad para ayudar a quienes requieren nuestra mano para llegar a donde estamos” palabras más, palabras menos.
Personalmente me detengo para evaluar mis logros, reconocer todas las bendiciones que me han llegado y organizar mis ideas para seguir subiendo peldaños en mi escalera de vida. Por lo que este mes me llevo a analizar como ha sido mi comportamiento, hábitos de trabajo, que me han permitido tener una perspectiva un poco más amplia en años pasados, debido que la oportunidad en haber trabajado en Venezuela, Colombia, Panamá y ahora en Chile me brinda una óptica con diferentes puntos de vistas.
Te puedo decir que inicialmente dedique muchas horas del día para aprender hacer nuevas tareas en mi empleo, permitiendo asumir nuevos desafíos en diferentes posiciones dentro de la organización, conocer diferentes estilos de liderazgo y por Ender a modelar patrones que entendía que eran necesario aprender para demostrar mis habilidades y destrezas y ser reconocido como un buen trabajador.
En el modelaje nadie me indico o más bien no me había percatado que estaba traspasando la delgada línea de un buen trabajo productivo hacia a un trabajo que nos consume.
Comencé a imitar patrones que socialmente se cree que es lo correcto, a superar un promedio de 2 horas al día a las cantidades de horas habituales, dejando a un lado el tiempo tan preciado para aprovecharlo con otras prioridades de mi vida. Y así poco a poco comencé a:

👉Repetir frases a mis compañeros como “¿Perdiendo el interés?” al ver que alguno se disponía a irse a su casa en la hora que terminaba la jornada laboral.
👉 Comencé a pensar que si trabajaba en vez de 2 horas adicionales al día debería trabajar unas 3 horas antes de irme a casa y así ahórrame el tráfico porque las personas ya habrían llegado a sus domicilios, por lo que mi regreso de 27 km sería más cómodo sin tanto tráfico en el camino.
👉Justificaba a mi mismo que la gran ventaja de esas horas era adelantar cualquier trabajo del día siguiente.
👉En ocasiones me preocupaba pensar tomarme las vacaciones completas porque tenia la creencia que mi ausencia podía generar algún inconveniente, porque tal vez algún compañero no manejaba al detalle mis responsabilidades y tal vez no sabrían que hacer en mi ausencia (así me lo habían inculcado).
👉Muchas noches trabajaba desde mi casa al llegar porque se me había ocurrido una idea en mi trayecto de regreso a la casa y no podía dejar pasar la oportunidad en accionar e incluso llegue a levantarme en la mitad de mi sueño, porque me llego un pensamiento de trabajo y debería responder un correo.
Reconozco que algunos me podían ver con una persona apasionada por el trabajo, otros como alguien que no tiene amor propio y la verdad creo que hay que buscar un equilibrio, porque parte de mi aprendizaje se lo debo a esas horas adicionales, a esa pasión que me ha caracterizado al momento de ejecutar mis tareas. Lo que ahora considero estar atento que debemos organizarnos mejor con nuestra agenda y pensar en nuestras creencias, en nuestros viejos hábitos y revisar nuestra visión de vida, para respetar las horas que hemos definido en nuestra agenda del día para dedicar el tiempo pautado en nuestro trabajo, nuestro desarrollo personal, nuestro entorno social y/o familiar, a nuestro descanso y a cualquier aspecto necesario para cumplir con nuestra “Visión de Vida”.
En Chile en el 2019 el 82% de los trabajadores han presentado síntomas de estrés laboral en el último año, se dice que las edades comprendidas entre los 35 años de vida y los 45 años son las personas más afectadas y teniendo presente que el 20% de la población trabajadora activa se le considera como un “Trabajador Obsesivo”.
En el estudio realizado los factores que pueden afectar al estado emocional de los trabajadores en Chile indican que se debe a una sobrecarga de responsabilidades, ambiente laboral toxico, entre otros factores, por lo que el estrés, la ansiedad, insomnio, depresión pueden hacer acto de presencia en nuestras vidas.

Te recomiendo a que te responda:
📢¿Estas siempre corriendo contra reloj?
📢¿Acostumbras ocuparte en varias tareas en el trabajo?
📢¿Dedica mas tiempo de lo planeado en el trabajo?
📢¿Te cuesta delegar?
📢¿Te sientes extraño cuando no estás trabajando?
Si llegaste responder a la mayoría con afirmación, es posible que debas conversar con alguien para determinar si eres parte de las estadísticas de los “Trabajadores Obsesivos”.
Pedro Barrientos.
Coach Ejecutivo.
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